|
Señor regidor de Serveis Socials, Participació i Cooperació de l’Ajuntament de Girona Eduard Berloso, el pasado martes -8 de julio- asistí como vecino de de Ter a una reunión informativa en el Centre cívic donde usted definió la cogestión de por la Mancomunitat de·Can Gibert. Permítame, una vez hecha la foto de lo que usted expuso, comentarle cuatro puntos que considero importantes.
1. Entiendo que al no ser respetados reiteradamente los acuerdos firmados con l’Ajuntament de Girona sobre la cogestión, su departamento ha colaborado a crear un desenfoque o malestar entre algunas asociaciones.
2. Señor Berloso, en su exposición usted deja clarísimo a quien pertenece la cogestión y el protocolo a seguir por el Centre cívic y asociaciones afines a éste, pero -al mismo tiempo- su mano derecha hace una filigrana y le pasa a su mano izquierda el derecho al uso fuera de horarios del Centre a estas asociaciones, dando por legitimo el cobro de cuotas por cursillos, talleres, etc.
Usted, Señor Berloso, defiende algo que para los vecinos que vimos nacer el Centre cívic es imparcial y le diré el porqué. Desde que se inauguró Can Ninetes (1998) una serie de asociaciones han ocupado legítimamente -año tras año- con programaciones de pago éste espacio. Si usted defiende un uso equilibrado de estos espacios, debería preguntarse que pasa con los colectivos o asociaciones que se encuentran con estos ocupados por no tener la infraestructura adecuada ni la ayuda del Centre cívic para programar actividades dentro de los horarios de este.
Es por toodo esto que estoy convencido que la cogestión de intenta dar respuesta a lo que le expongo y -al mismo tiempo- podría aportar igualdad para tod@s en el uso de estos equipamientos.
Señor Berloso, como guardián del Sant Grial, debería pensárselo dos veces y permitir que la cogestión sea una oportunidad para que los vecinos puedan acceder al ocio, la cultura, etc. de una forma gratuita a través del voluntariado de las asociaciones.
Si en algo podemos caracterizar a los titulares de esta cogestión es por su espíritu abierto y tolerante, de no ser así -en ningún momento- estos habrían permitido el incumplimiento continuado de los acuerdos firmados con l’Ajuntament.
3. En la reunión informativa -8 de julio- usted hizo referencia a las asociaciones o colectivos que no pertenecen a y a la ocupación de la vía publica, siendo rotundo en esta última cuestión, con mención a posibles actuaciones de la policía municipal por incumplimiento de la norma. Señor Berloso, en este barrio no levantamos barricadas, como mucho sacamos unas mesas y cenamos al fresco como buenos vecinos o hacemos una pequeña intervención para distraer a nuestros hijos y así pasar un rato agradable -en horarios aceptables- para no molestar a nadie. Si en eso usted ve una ocupación que da derecho a la intervención de la municipal le pido humildemente recapacite porque algunas normas, dependiendo del ámbito en que se quieran aplicar, están desfasadas.
4. En lo referente a asociaciones que no están registradas en l’Ajuntament, seria injusto negarles cabida en proyectos comunitarios, al igual que barrarles el paso a la hora de utilizar en horarios de cogestión. Señor Berloso, usted no puede dar las llaves de un piso que pertenece a tod@s y después decir a quien hay que invitar.
Si verdaderamente piensa así, lo que se podría deducir de todo este tema de la gestión/cogestión es que lo único que están buscando en este nuevo modelo -por el cual dice apostar- es hacerse la foto con el titular.
Señor Berloso, ningún modelo es perfecto -lo sé-, al igual que se que todo cambio requiere un proceso que lleva aparejado una modificación parcial o total de valores en el ámbito de aplicación del mismo.
Un cambio es un proceso de socialización (entendiéndose como un proceso mediante el cual, el individuo aprende eficazmente a participar en un grupo social sobre la base de la estructura social) y para que tenga éxito precisa, ante todo, tiempo para que se internalice dentro de la cultura de la organización y de sus miembros. Dicho proceso se inicia con una fase de ruptura, seguido por otra de transición que se caracteriza por la incertidumbre e incluso por la confusión. Ese cambio está consolidado cuando ha sido internalizado por los individuos y, por tanto, es visto como legítimo por ellos mismos.
Es por eso que le pido que, si verdaderamente quieren estos cambios, respeten los acuerdo firmados y sobre todo no dividan con malos entendidos al sector asociativo.
No veas acritud en mis pensamientos, te digo lo que siento de forma sincera y respetuosa, con las palabras de alguien que no tiene tu nivel ni tu bagaje profesional. Para ti seguro es fácil debatirme todo lo que te expongo, pero esto sale de la verdad y no entiendo la verdad en este caso desde una perspectiva filosófica.
Sinó que la identifico con la transparencia y con la realidad de los hechos. Por eso, más que decir la verdad, se trata de estar en la verdad. Una persona está en la verdad cuando hay acuerdo entre sus ideas y sus hechos, su pensamiento y sus acciones. Una persona está en la mentira cuando oculta la verdad, la silencia o la interpreta a su manera para que tenga apariencia de verdad. Estar en la verdad es básico para la convivencia.
Eduard, dejame que me despida de ti aclarándote que esta carta abierta es a titulo personal, no hablo en nombre de ninguna asociación, sólo como un vecino más de de Ter.
Por último, permíteme una nota de humor hacia tu persona: cuando te miro encuentro en ti un cierto parecido a Mick Jagger, líder de la mítica banda The Rolling Stones; eso sí, tu tocas otra música. Pero, por si te viene de gusto, te dejo este audio para que escuches y, si te apetece, bailes esta canción, Times Is On My Side (El tiempo está de mi parte).
Atentament.